"La ambición precede a la audacia, y la suerte acompaña a los audaces”.
Una carabela portuguesa habría sido empujada por los vientos desde las costas africanas hasta el nuevo mundo, y tiempo después, la misma nave atracaba de regreso en la costa de las islas de Madeira, con unos cuantos sobrevivientes que no lograron desembarcar, excepto uno solo de nombre Alonso Sánchez, natural de Huelva, y que moriría en brazos de Cristóbal Colón. Lo que alcanzó a relatarle de esas lejanas tierras, cambiaría la vida del genovés, y… ¡del planeta entero!
En la imaginación de Cristóforo Colombo, se abría un "Nuevo Mundo”.
Muy joven, Colón, navegaba en alguno de los barcos de empresas genovesas, pero por un ataque corsario, cayó al mar y tuvo que nadar dos leguas (10 km) hasta cabo San Vicente, en la punta sur de la costa de Portugal.
¿Acaso sobrevivió para cumplir algo que el destino le tendría preparado?
Posteriormente decidió fijar su residencia en las islas Madeira, específicamente en Porto Santo que es la isla al norte del archipiélago, donde su futuro suegro ya era gobernador. Ahí se casa con Felipa Moniz de Perestrello, con quien concibe a su primer hijo, Diego. El futuro almirante Colón apenas cumplía alrededor de 29 años. Era el año de 1480.
Rumores de marinos que se hacían a la mar rumbo a tierras lejanas del occidente, sumadas a documentos que su difunto suegro le habría dado, y en la tranquilidad de esta isla, el genovés-portugués, concibe su futura empresa.
Sin lugar a duda, quien habría estudiado la real posibilidad de navegar a oriente, y con mapas de la costa oriental de Asia, fue el cartógrafo Pablo del Pozo Toscanelli, de los cuales, una copia llegó a manos de Colón, quien a la vez la usaría como base científica de su proyecto. Es en este momento que ese plan de negocios que estaba en la mente del genovés, se tornaba realizable.
Por otro lado, en 1971 nacía en Pretoria, Sudáfrica, un niño con una enorme capacidad mental, quien, de estudiante, lo inspiraría un famoso personaje-inventor, a convertirse en lo mismo, y más tarde una de sus empresas de autos eléctricos llevaría aquel inmortal apellido: Tesla.
Elon Reeve Musk, inició en 1995 con su hermano Kimbal y su hermana Tosca, una sorprendente empresa de mapas para internet llamada Zip2, que podría ser el antecedente de Maps-Google, la cual vendió más adelante en 307 millones de dólares, y quedándole en su bolsa 22 millones netos. Elon contaba apenas con 24 años, y ya había consumado su primer gran proyecto. Se iniciaba como cartógrafo cibernético. ¡Coincidencias de la historia!
Alrededor de 1485, en la Corte Portuguesa del rey Juan II, y con su proyecto bajo el hombro, Colón no lograba convencerlo de financiar un plan que ya le había sido rechazado al mismo Toscanelli.
No obstante, y a espaldas del genovés, el rey Juan II mandó una expedición de prueba para averiguar la factibilidad del plan, pero el capitán de dicha expedición no tenía ni la pericia, ni el empuje de Colón, por lo que regresó sin novedad alguna. Fue así como, por desconfianza o por corta visión, Portugal había cedido a Castilla, la oportunidad de descubrir el Nuevo Mundo.
Cristóbal Colón enviudó, y marchó con su hijo Diego a Huelva, en específico al puerto de Palos de la Frontera, donde estaban establecidas las empresas marinas más expertas. En este lugar hay un convento franciscano llamado "La Rábida”, donde conoce al astrólogo Antonio de Marchena y a Fray Juan Pérez, ex confesor de la reina Isabel, y quien jugará un papel determinante en la consecución del proyecto del genovés-portugués y ahora andaluz por residencia.
Aquel relato que el moribundo Alonso Sánchez le hubiere confiado a Colón, fue el mismo que en secreto de confesión, el empresario en ciernes le confiaría a Fray Juan Pérez, quien a su vez, y al ver que la posible evangelización del nuevo mundo se les iba de las manos, faltó a su sagrado deber de guardarlo como secreto, y corrió a revelarlo a la reina Isabel.
Y de regreso al futuro, tres cosas son las que habrían atrapado la mente del joven sudafricano, y ahora americano, Elon Musk: la Internet, la energía renovable y el espacio. Este último se volverá la obsesión y visión irrefrenable del ahora empresario, fundador y CEO de Space X. Para conseguir dinero del dinero, habría creado una genial empresa por la que haría transitar grandes sumas por la Internet, llamada Pay-Pal, sistema de pagos donde un promedio del 5% del dinero plástico en tránsito, va a parar a las arcas del empresario, y con ello tener recursos frescos para sus aventuras que parecen convertirse en barril sin fondo.
Mientras tanto, a finales de 1491, a sus 40 años, las exigencias económicas que el judío-catalán-genovés-portugués y andaluz, proponía a los reyes católicos ―quienes escuchando atentamente las exageradas pretensiones del contrato que les proponía― terminaron en una amable invitación a que regresara en otra ocasión, pues le advirtieron que de momento tenían otras prioridades como la conquista de Granada. Esta situación hizo desistir al próximo almirante de la futura nave capitana Santa María, quien regresó al convento de la Rábida, y les comentó a los monjes que se llevaría su proyecto a otros países. Por cierto, en este convento haría escala Hernán Cortés en 1508, antes de salir rumbo a la isla de La Española…
En la carrera por descubrir nuevos mundos, todo indica que Elon lleva ligera ventaja, pues en 2008, a sus 39 años, consigue un contrato de "mudanzas” con la NASA, por la friolera de 1,600 millones de dólares, para llevar y traer triques a la estación espacial internacional. Lo anterior gracias a que sus cohetes son los primeros reutilizables. Esto le da una ventaja competitiva impresionante, aun sobre sus más cercanos competidores, Jeff Bezos (el dueño de Amazon) con su empresa Blue Origin, y Sir Richard Branson con Virgin Galactic.
Sigo creyendo que la suerte acompaña a los audaces, pues gracias a la "confesión" de Fray Juan Pérez a la reina Isabel hizo que regresara lo antes posible el empresario en ciernes, y tomando el riesgo medido, los reyes católicos firmaron contrato con Cristóbal Colón. A este convenio se le conoce como "Capitulaciones de Santa Fe”, y las cláusulas eran las siguientes:
- El título vitalicio y hereditario será de "almirante” de todas las «islas y tierras firmes» que descubriese o conquistase «por su mano o industria» en «las Mares Oceánas» durante su vida y después de muerto, a sus herederos y sucesores de uno en otro perpetuamente con todas aquellas preeminencias y prerrogativas pertenecientes al tal oficio.
- Los títulos de virrey y gobernador de dichas tierras, que incluía el derecho de presentar a la Corona una terna de candidatos para cada oficio de gobierno.
- El 10 % ya quitados los costos (libres de polvo y paja) de todas las ganancias económicas de todo tipo de mercaderías como oro, plata, piedras preciosas, perlas, especierías que se generasen en los territorios de su Almirantazgo (el otro 90 % quedaba para la Corona).
- La autoridad para Colón, o para un teniente designado por él, de juzgar los pleitos mercantiles que se originasen en la empresa. (Los jueces mercantiles recibían aprox. 8% de cada caso que atendían)
- Si se armaran naves para futuras expediciones, Colón podría contribuir con la octava parte y a la vez obtener la misma proporción de los beneficios que se obtuvieren.
Cumplía 41 años, y firmaba un contrato que cambiaría el mapa del mundo entero, así como la economía, la política, y la influencia de la religión católica. Los reyes jamás pusieron un solo maravedí de su bolsa, sino fue el judío converso, Luis de Santángel.
Zarpaba el 3 de agosto de 1492 del puerto de Palos de la Frontera, en la provincia de Huelva en la hoy Andalucía, España ―de la misma forma que Musk lo hace con naves reutilizables que pueden regresar a su punto de partida―. Caso de excepción fue la Santa María que se dice que encalló, aunque la teoría nos arroja que al igual que Cortés lo haría en el futuro, en la Villa Rica de la Vera Cruz, fue para utilizar la madera, y de ese modo construir un fuerte que equivalió a ser el primer poblado español en el nuevo mundo. Este lugar se le conoce como Puerto de Navidad, en la isla de la Hispaniola, actual República Dominicana, fundado precisamente el 25 de diciembre de 1492. Como sea, del 3 de agosto al 12 de octubre, fueron dos meses y nueve días, nada más. Todo indica que con las referencias y estudios que había hecho, ya conocía razonablemente el camino de ida y vuelta.
518 años después, el primer lanzamiento de Space X, con una nave de nombre Falcon 9, fue lanzada el 4 de junio de 2010. Elon Musk estaría cumpliendo al mes siguiente 42 años, y enviaba este cohete sin tripulación, solamente al espacio, y a 53 millas de altitud. A la fecha van 121 lanzamientos de los cuales solo dos han fallado, por lo que 119 de ellos, han ido y regresado exitosamente.
Colón llegaba el 12 de octubre de 1492 a la isla de Guanahani, a los 41 años de edad, con una pequeña diferencia: él comandaba la flota personalmente. Ese día, y todavía sin saberlo, el legendario almirante había duplicado el tamaño del mundo. Creo que ni se enteró que él habría iniciado "La globalización".
No sería sino hasta el 16 de septiembre del presente año 2021, que en un cohete Falcon 9 bloque 5, enviaba por vez primera a cuatro tripulantes de carácter civil en una expedición de tres días que le llamó "Inspiration4”, en una órbita de 585 kilómetros, mayor a la de la estación espacial que actualmente es de 340 km. No fueron astronautas profesionales como los que ha entrenado y enviado al espacio la NASA. Elon Musk cumplió 50 años, y si bien su espíritu aventurero y explorador lo ha llevado a ir avanzando en sus alcances, la realidad es que no se visualiza cuando irá personalmente comandando una expedición. Muchos dirán que debe quedarse en tierra para dirigir sus operaciones, y es válido.
La siguiente frontera para conquistar, y sin lugar a la mínima duda, es el planeta Marte. Elon Musk resulta ser el Cristóbal Colón del siglo XXI, pues cada día avanza con sus "mapas”, con sus "carabelas”, y ya ha de estar buscando quienes serán sus hermanos Pinzón, que con toda la audacia y suerte, puedan conducir exitosamente la expedición al planeta rojo, para hacer realidad su sueño, el cual es, convertirnos en una especie multiplanetaria. ¡Me gusta!… ¡me gusta mucho esta descripción! y comparto con mucha emoción este audaz pensamiento, aunque tengo la triste sospecha que México no está haciendo nada, pues ni siquiera está interesado en las investigaciones de la Antártida como lo están activamente Ecuador, Perú, Argentina y Chile.
Eso sí, en México, el inquilino que sigue sin pagar renta en Palacio Nacional, solo está preocupado de seguir escondiendo la estatua de un personaje inmortal, al que seguramente no alcanza a verle los ojos, resultado de su muy baja estatura existencial, la cual además presume todos los días a las siete de la mañana.
Por sus innegables logros, y aún a pesar de sus dramáticos excesos, Cristóbal Colón seguirá en la historia por muchos siglos, mientras que aquellos destructores de naciones, de la historia, y de estatuas, más temprano que tarde, quedarán borrados hasta de los libros de texto gratuito.
Este 12 de octubre no es el día de la "raza”, es el día de la hispanidad, es el día de un concepto que nos une a lo largo y ancho de todo el continente, incluidos aquellos que viven en Estados Unidos, Canadá, Filipinas, Guinea Ecuatorial, y por supuesto en el Reino de España. Somos una cultura, producto de una fascinante e increíble mezcla de dos imperios, y de muchas otras culturas mesoamericanas aglutinadas por el tiempo y las circunstancias, en un solo idioma que ocupa el 4° lugar en el mundo, con 600 millones de hispanohablantes, y una religión que resulta ser nuestra fe fundacional.
Somos Tierra Mestiza.
Por lo pronto, y mientras Elon Musk está escribiendo un nuevo libro de historia universal ¿qué estamos haciendo nosotros? Ya es ganancia que al menos lo reflexionemos a profundidad, y con la esperanza de que en breve nos pongamos manos a la obra. Es obvio que el actual estancamiento de nuestros diecinueve países, incluyendo España, no será para siempre, y mucho menos podremos quedarnos cruzados de brazos como simples observadores.
Dejemos de "estar en la luna” y pongámonos las pilas de una vez por todas. ¿Tesla? ¡No! mejor aún, una marca propia ―al fin que nos sobra litio― para mejor… ¿Estar en Marte? ¿Hacer nuestras propias baterías y autos eléctricos? Leamos el libro de "La Magia de Pensar en Grande”, o aquel que se intitula "Piense y Hágase Rico” o "Cómo Crear Abundancia”, pues la ambición bien comprendida genera y distribuye riqueza. Aquellos que tengan como "librito” de cabecera "La maldición de pensar en chiquito”, ya podrán tener nuevas alternativas con estas sugerencias. Recuerde que sin ambición no existe la audacia, y sin esta última, la suerte estará muy lejos de usted.
Querido lector: Nuestro presente se encuentra encallado entre carabelas y cohetes, pero nuestra grandeza se esconde en un potencial que como hispanoamericanos que somos, todavía no nos decidimos a descubrir la increíble Tierra Mestiza que somos.
Conste que me leyó en español, lo meditó en español, y seguramente algo me comentará en español. No tenga miedo de su propia identidad, y más aún, haga por primera vez el ejercicio de atreverse a ser feliz y orgulloso en este día de la hispanidad. Ser mexicano, es ser mestizo, y es ser hispano, y ninguna de las tres identidades son excluyentes la una de la otra. Recordemos que por cerca de 300 años fuimos el imperio más poderoso, rico, culto, y civilizado que ha conocido la historia universal.
Por todo lo anterior, le invito a subir conmigo a bordo, y zarpar para redescubrir una Hispanoamérica que ya tenemos en nuestras manos desde hace 529 años. Abra bien los ojos, pues quizás sea usted el primero que, observando en el horizonte vuelva a decir: ¡¡Tierra a la vista!!
CLAUDIO MÁRQUEZ PASSY
En esta novela de historia - ficción, el lector encontrará una versión diferente y fresca sobre la conquista, con un personaje silencioso que me acompaña durante toda la expedición a través del tiempo: una grulla. El almirante Colón me preguntó que hacía esa ave en el barandal de cubierta, de su nave capitana "La Santa María".
"No se trató de vencedores o vencidos, sino de la visión compartida de un nuevo mundo".
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