2 DE MARZO – MUY INTENSO

Hay fechas que encierran efemérides, que no por ser desconocidas, son menos importantes, trascendentes, e intensas.

En primer lugar se recuerda el 2 de marzo de 1821 como fecha del juramento del plan de las Tres Garantías en la ciudad de Iguala, entre las tropas de Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, leyendo el evangelio y celebrando un “Te-Deum”.  

Por otro lado, en 1779 tenemos otro 2 de marzo, cuando nace el espía, después embajador y promotor de la logia masónica de Filadelfia, Joel R. Poinsett, quien movería todo a su alcance para reclutar en dicha logia yorkina a Miguel Ramos Arizpe, Vicente Guerrero, y sobre todo a Lorenzo de Zavala, para con ello lograr la separación de Tejas (con jota) y convertirla en un Texas (con x) independiente, el 2 de marzo de 1836. 

El 2 de marzo de 1897 morirá Guillermo Prieto Pradilla, escritor, periodista, político liberal, quien estaría pegado a Juárez buena parte de su vida, habiéndole salvado la vida en Guadalajara, congelando a los soldados que estaban a punto de disparar al increparlos con la inmortal frase de: ¡Los valientes no asesinan! Entre muchas obras escribió: “Memorias de mis tiempos” y “Apuntes para la historia de la guerra entre México y los Estados Unidos”. ¡Que tino tuvo con su fecha de fallecimiento!

Sin embargo, la efeméride más importante será la declaración de independencia de Texas, ya con la “x”, donde el cerebro, agitador, y principal autor intelectual fue sin lugar a duda, Lorenzo de Zavala. Esto ocurría el 2 de marzo de 1836, mientras Santa Anna estaba enfrentándose en la batalla de “El Álamo”, y a la vez moría el día anterior, primero de marzo, el expresidente de la República, Miguel Barragán Ortiz de Zárate, descendiente del emperador Moctezuma.   

Curiosamente, Guerrero jura un 2 de marzo de 1821 el Plan de Iguala, para que en poco tiempo termine vendiendo su alma al diablo, Joel R. Poinsett, quien éste último, habiendo nacido un 2 de marzo, prepara pacientemente todo para que Lorenzo de Zavala declarase, otro 2 de marzo, la independencia de la nueva República de Texas. La primera presidencia sería ocupada por su socio inmobiliario (esto es real y no estoy ironizando) David Burnett, quedando Zavala como el primer vicepresidente del Texas recién independizado, aún sin la anuencia de México, y su socio Burnett como el primer presidente.  

En el acta de independencia de Texas, se lee perfectamente la trágica fecha que dice: “on the second day of march, 1836”, lo que provocaría poco a poco la pérdida de la mitad de nuestro territorio. En otras palabras, mientras Santa Anna ponía el pellejo en “El Álamo”, y días después en ”San Jacinto” donde quedaría preso, ocurría que el separatista yucateco, traidor, y héroe de los estadounidenses, Lorenzo de Zavala, le echaba tijeras a medio millón de km2 de nuestra recién independizada nación. Es bueno recordar que Zavala conjuró contra México en 1828, al hacer estallar el motín de la Acordada, para imponer a Guerrero como presidente, cuando este había perdido las elecciones frente a Manuel Gómez Pedraza. 

En Austin, capital del actual estado de Texas, existe frente a su capitolio un edificio más grande aun, que es la biblioteca del estado, la cual se llama… ¿están sentados queridos lectores? … en efecto: Lorenzo de Zavala State Archives and Library Building. ¿Ya ves porqué dije héroe de los estadounidenses? ¡Supongo que ahora si me creiste algo que parecía una exageración de mi parte! 

En mi caso, quiero ocupar la efeméride de hoy, para pedirte que me regales tu atención durante unos minutos, y revises con detenimiento la invitación que te hago para que me acompañes a la presentación de mi libro: TEATRO ITURBIDE, donde, entre otros dos temas, profundizo con mucho detalle este histórico conflicto de “vecinos distantes”, analizando la nulidad de origen que encierra el Tratado Guadalupe Hidalgo, el cual existe de facto, pero no jurídicamente. 

Debo confesar que estoy exhausto de escuchar a tanto dizque historiador, al presidente de la república, y hace un par de días, a un senador independiente en la radio, afirmando que Santa Anna vendió la mitad del país. Ya ni los niños de primaria lo dicen, porque los reprueban. Debo recomendarles a todos ellos que se busquen argumentos un poco más sólidos, y eviten presumir tantos kilos de ignorancia sobre nuestra historia, y de ser posible, aprender un poco del patriotismo de Santa Anna para ver si se les pega algo. ¡Lo dudo! 

En la imagen salgo frente a la casa donde pasó sus últimos momentos el personaje que primero se montaba en su caballo, y después preguntaba dónde era la batalla, poniendo el pellejo al frente de su batallón. Esto lo digo para motivar al lector a estudiar profunda y detalladamente al veracruzano, y con ello reestructurar toda la visión que tenemos sobre nuestra historia. No comprender a Santa Anna, conlleva el riesgo de no entender nuestra historia, razón por la cual ha sido un personaje que está vivo en mis últimos tres libros. 

Nota: la casa donde vivió sus últimos años y murió Santa Anna, se encuentra en la hoy calle de Bolívar #14, en el centro histórico de la ciudad de México, y es actualmente el restaurante BAJÍO con excelente menú y servicio. No recibo comisión por el anuncio, pero rindo honor a quien honor merece, es decir, al dueño del restaurant, y a Santa Anna por haber impedido que perdiéramos el resto del país entre los años 1853 y 1855. 

CLAUDIO MÁRQUEZ PASSY