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13 DE AGOSTO DE 2024
Cortés no tenía ni la más remota idea de lo que enfrentaría aquel 18 de febrero de 1519, cuando se hizo a la vela con sus once naves. En ese momento no pasó por su mente que se convertiría en "El Conquistador”.
¿Imaginaba acaso que se encontraría con Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar, dos paisanos suyos convertidos en lugareños mayas?
¿Sabía que algún cacique le regalaría 20 esclavas, y una de ellas sorpresivamente lo auxiliaría como intérprete de las dos lenguas más importantes de toda la región, como eran el maya y el náhuatl?
¿Habría planeado con sed de sangre la matanza de Cholula?
¿Acaso sabía de la existencia de aquella magnífica ciudad isla que sus ojos no dieron crédito en los primeros días de noviembre de 1519?
Escribió Cortés en su segunda carta de relación: "...No podré yo decir de cien partes una, de las que de ellas se podrían decir, más como pudiere diré algunas cosas de las que vi, aunque mal dichas, bien sé que serán de tanta admiración que no se podrán creer, porque los que acá con nuestro propios ojos las vemos, no las podemos con el entendimiento comprender..."
¿Pensó alguna vez que sin violencia y con un despliegue inaudito de diplomacia, se habría de encontrar cara a cara con el legendario "Mutezuma”?
¿Qué impidió a los hermanos Moctezuma y Cuitláhuac ponerse de acuerdo en la forma de enfrentar a "los barbudos”?
¿Por qué se atribuye a su primo Cuauhtémoc, la revuelta del pueblo mexica, y hasta la pedrada que mataría a Moctezuma entre el 28 y 29 de junio de 1520?
Querido lector: hoy se cumplen 503 años de que Hernán Cortés recuperara contundentemente el imperio que Moctezuma había puesto pacíficamente en sus manos, cuando cayó vencida una de las ciudades más fascinantes y colosales del mundo.
Escritores como Miguel de Cervantes, colocaron a Hernán Cortés en el mismo nivel que a Julio César, pues fue el líder de una conquista que colocaría al imperio español como el que más territorio habría abarcado en la historia de la humanidad (en color rojo) y más riqueza habría producido. Lo primero que menciono, podrán muchos no estar de acuerdo, pero esto último fue un hecho geográfico y aritmético.
Ciertamente no estuvo solo, pues otros peninsulares se habrían sumado a esta aventura en el resto del continente, como su pariente lejano Francisco Pizarro, realizando una historia paralela en el reino de Atahualpa.
El propósito de este breve ensayo es revisar lo que inició como una exploración más, y terminó siendo una conquista épica que el mismísimo Cervantes no pudo dejar de relatarnos en su Quijote:
¿Quién, contra todos los agüeros que en contra se le habían mostrado, hizo pasar el Rubicón a César? Y, con ejemplos más modernos, ¿quién barrenó los navíos y dejó en seco y aislados a los valerosos españoles guiados por el cortesísimo Cortés en el Nuevo Mundo?
Es mi deseo que usted repase algunos momentos que seguramente ya conoce, pero que pueda analizarlos bajo una nueva óptica, ―y por favor― revisando el pasado con ojos del pasado y no del presente, pues entonces nada sería comprensible. En otras palabras, súbase a su máquina del tiempo, coloque el fechador en el año 1518, las coordenadas en la isla de Cuba, y una vez que esté ahí, olvide que alguna vez estuvo en 2021.
Comencemos en orden cronológico:
Resulta que en ese año, el gobernador de Cuba, Diego Velázquez de Cuéllar, esperaba ser nombrado por la Corona como "adelantado” de la "isla de Yucatán”, lo cual le permitiría salir a "poblar”, pero dicho permiso nunca llegó. Entretanto, dos expediciones ya habrían intentado llegar a la "isla” de Yucatán, y a la isla de "San Juan de Ulúa”, como la de Francisco Hernández de Córdoba y la de Juan de Grijalva. Hasta aquí es un hecho histórico del dominio público. Sin embargo, hay dos circunstancias poco o nada conocidas.
La primera es redescubrir a un personaje, quien resulta ser el capitán que lleva la nave insignia donde iba Cortés, y me refiero a uno de los grumetes (aprendiz, ayudante) de Cristóbal Colón, de nombre Antón de Alaminos, quien muchos años después sería el piloto de Juan Ponce de León, descubridor de La Florida, también piloto de Hernández de Córdoba en 1517, de Juan de Grijalva en 1518, y su papel estelar fue convertirse en el capitán de la flota de Hernán Cortés.
Alaminos fue el descubridor de la "corriente del golfo”, misma que permitía navegar en redondo de América a Europa en el sentido del reloj con razonable seguridad. En otras palabras, Cortés tenía al personaje más calificado en materia de navegación...
Ahora bien, si afirmo que ni remota idea tenía Cortés de lo que enfrentaría, nunca aseveré que no iría preparado "hasta los dientes” para lo inesperado.
Pedro de Alvarado había viajado con Juan de Grijalva, y fue el primero que se apuntó con Cortés al saber de la siguiente expedición. Este capitán venía frustrado de haber viajado con un mediocre como Grijalva al mando, quien no se había atrevido a nada, y por el contrario, llegó muy mal herido. Alvarado "olió” la audacia de Cortés, y ambos se volvieron incondicionales el uno al otro, aunque en el fondo no se tuvieran una franca estima. Alvarado ya tenía alguna información valiosa de lo que había visto costeando las playas de una tierra que todavía pensaban que eran islas, aunque Alaminos ya les habría advertido que se trataba de tierra firme; de un continente.
Insisto, y es muy importante esta reflexión muy particular que pongo a su consideración: ni idea tenían de lo que habrían de descubrir y a enfrentarse, pero iban preparados como si lo supieran. En otras palabras, Cortés no sabía que consumaría una de las conquistas más épicas de la historia, y solamente se puso en marcha, sin darse un minuto más en pensarlo.
No es mi propósito narrar la conquista, tema que me llevaría mil páginas, y además no intento competir con Hugh Thomas o William Prescott, pero sí destacar y desmitificar a varios actores que participaron en esta odisea.
El joven extremeño de 33 años salía de la isla, contra una orden de detención de Velázquez, y es Bartolomé de Las Casas quien narra la siguiente escena descrita en el inigualable libro de José Luis Martínez: Ya Cortés en su navío y a tiro de ballesta, Velázquez le reclama: ¿Cómo, compadre, así os váis? ¿Es buena esa manera de despediros de mí? A lo que respondió Cortés: "Señor perdone vuestra merced, porque estas cosas y las semejantes antes han de ser hechas que pensadas; vea vuestra merced qué me manda”.
"Antes han de ser hechas que pensadas”. Esta frase me hace suponer que a Cortés lo movía la intuición más que la razón. Él suponía que encontraría oro, piedras preciosas, mujeres exóticas, y quizás se podría apoderar de algunas "tierras” para instalarse. Haya sido cierto o no este relato del fraile, lo que es un hecho es que no hay indicio histórico alguno que induzca a pensar que Cortés imaginara el tamaño de "la empresa” a que se enfrentaría, independientemente de los arcabuces, cañones y ballestas que llevaba consigo, así como un máximo de 550 a 600 hombres que lo acompañaron a su "expedición”, congeniando este número con la crónica de varios historiadores.
Con seis centenas de soldados no se puede planear una "conquista”. Era otra expedición más, sin saber que represalia habría de tomar su "compadre” Velázquez, y mucho menos contra quien habría de enfrentarse...
Dice el latinismo: Alea Iacta Est..."La suerte está echada”.
Cortés tuvo que pasar por varios "países” antes de llegar a Tenochtitlan, los cuales no eran parte del imperio mexica, pero evidentemente estaban sojuzgados y eran vasallos tributarios, todos ellos sin formar parte del territorio mexica. Huitzilopochtli ya les habría prometido que serían reyes con innumerables, interminables, infinitos vasallos que os pagarían tributos. Se los cumplió.
Como escribano (Notario) que había sido por varios años en Azúa, en la isla de "La Hispaniola”, hoy República Dominicana, tuvo la idea de aplicar algunos principios de las siete partidas del rey Alfonso X el Sabio, fundando una ciudad, un ayuntamiento, y un cabildo, para desligarse de su "compadre” y gobernador de Cuba, y a la vez ligarse directamente al Rey Carlos I de España. De esta forma todos lo "eligieron” Capitán General y Justicia Mayor, "mientras el rey no dictara algo en contrario”. La Villa Rica de la Vera Cruz sería desde el 22 de abril de 1519 la primera ciudad oficial de la Nueva España, y del continente hispanoamericano. ¿Ya habría planeado esto antes de salir de Cuba? Por cierto, un 22 de abril pero de 1451 corresponde al natalicio de Isabel de Castilla ,la futura reina católica. ¿Coincidencia que honra su memoria? Cortés era un personaje muy culto y preparado.
¿También imaginó que a finales de julio de 1519 habría de barrenar y hundir sus naves, las cuales le habían costado hasta el último maravedí de su capital? Este capítulo resulta ser quizás el más fascinante de esta aventura, pues si bien Cortés sabía que "La suerte estaba echada", él se aseguró con esta acción de que estuviera "echada de su lado".
De todo el oro, plumajes, tejidos, etcétera, que los emisarios de Moctezuma le comenzaban a enviar para disuadirlo que avanzara, separó el "quinto real” (20% de impuesto sobre la renta) para enviarlo a su rey, junto con la primera carta de relación. Le encarga su nave principal a la única persona capaz de llegar a su destino, es decir a Antón de Alaminos, y que llevara a Alonso Hernández Portocarrero y Francisco de Montejo, para que se presentaran ante el rey y hacerle entrega del primer gran tributo. Este primer pago que recibía el rey Carlos, le cayó "como anillo al dedo” para convertirse en emperador al año siguiente.
El futuro "conquistador” ―quien ni idea tendría que pudiera serlo―, fue labrando audazmente unas alianzas que jamás imaginó que pudieran darse. Ciertamente la más complicada, donde sí tuvo que librar una batalla previa para medir fuerzas, fue con el reino de Tlaxcala, quien sumado a Totonacas y Huejotzingas, pondría la balanza a favor de los españoles. Xicoténcatl padre, y no así el hijo hijo, fue prácticamente incondicional a Cortés durante todo el tiempo.
Desde 1470, el imperio tarasco al mando del cazonci (rey) Tzitzipandacuare, ya se habría enfrentado al imperio mexica al mando del sexto tlatoani Axayácatl (padre de Moctezuma y Cuitláhuac), habiéndolos vencido en Taximaroa, saliendo herido el tlatoani, lo que meses despúes le provocaría su muerte. Sin lugar a dudas, los tarascos hubieren vencido tarde que temprano a los mexicas de no ser por la irrumpción de los españoles que se aliaron con los tlaxcaltecas y totonacas. Recordemos que en fase de absoluta desesperación, Cuauhtémoc mandó emisarios para negociar la alianza con los tarascos, quienes la rechazaron, y más aún se mantuvieron neutrales en esta fase final de la caida de Tenochtitlan. La (mala) suerte estaba echada para los mexicas... o saldrían vencidos por los españoles dirigiendo a sus aliados tlaxcaltecas, o serían destruidos por la ya demostrada superioridad numérica y militar de los tarascos. Es posible que este párrafo no lo tuvieses muy presente.
Por otro lado, y factor de una suerte incalculable para Cortés fue la intervención de una mujer que tampoco imaginó el papel que estaría desempeñando, llamada Malinalli, o Malintzin, o mejor dicho, la ya bautizada Marina, quien convirtió la comunicación entre peninsulares y lugareños, en el arma diplomática más poderosa. Dejo clara y precisa mi afirmación: Marina fue la conquistadora.
Su facilidad de aprendizaje le hizo ir dominando el castellano durante el recorrido. A estas alturas Jerónimo de Aguilar iba siendo menos útil, pues el maya ya casi no se utilizaba en estos "altepemeh”, plural de "altépetl”, y que significa ciudad o reino.
Mientras, en la ciudad isla le llegaban extrañas noticias al noveno tlatoani, quien siempre supo que ellos no eran los dueños finales de lo que habrían construido en 196 años, pues Quetzalcóatl regresaría algún día a reclamarlo. No obstante, si bien Moctezuma era un gobernante con gran visión, valor, fiereza y entereza, habiéndolo demostrado en sus 17 años de reinado, una evidente mezcla de superstición, temor fundado, e impotencia de no saber cómo enfrentar a un enemigo que quizás sobredimensionó, lo hicieron cometer varios errores tácticos que lo conducirían a su derrota, la cual sería relativa.
La emboscada que planeó con su hermano Cuitláhuac, rey de Iztapalapa, para atrapar a Cortés en Cholula, fue descubierta apenas a tiempo por el joven extremeño, quien habiendo podido tomar otra ruta para llegar a la ciudad isla, eligió la que le pareció más corta, y donde quizás pensó que podría negociar más aliados, o enfrentar a un enemigo natural de los tlaxcaltecas para no dejarlos que los alcanzaran por la retaguardia en su avance hacia Tenochtitlan. Esta decisión casi le cuesta la vida a él y a toda su gente, pues todo indica que Marina se enteró de la emboscada por medio de una anciana, y la reacción de Cortés no solo fue inmediata, sino que también se ejecutó sin piedad alguna. Una combinación de miedo y táctica para mostrar de una vez por todas su fuerza, le hicieron recaer en él, la exagerada imagen de genocida, pues hubo mujeres y niños muertos, todo esto provocado por los tlaxcaltecas quienes eran enemigos históricos de los cholultecas. Cortés no lo impidió, seguramente midiendo dos cosas: no podía pedirle moderación a sus recién y más valiosos aliados, y segundo, un ataque contundente dejó ver el músculo de los nuevos enemigos aliados del Imperio Mexica. Moctezuma cambiaría su estrategia a partir de esta derrota.
"La matanza de Cholula”, como se le conoce, es utilizada por los más ignorantes y fanáticos anti hispanistas, para calificar a Cortés (en idioma español por supuesto) como un vulgar asesino. Para el caso, baste recordar las costumbres que se habrían iniciado desde el reinado de Ahuízotl, octavo tlatoani, predecesor de Moctezuma, y padre de Cuauhtémoc el undécimo y último tlatoani, y me refiero a los sacrificios humanos, que por aspectos "religiosos” se les sacaba el corazón a las víctimas vivas, y en prácticas inverosímiles de antropofagia, se los comían. Los huesos que no conservaban los familiares, se iban a un tiradero que hoy corresponde a Pantitlán. Se conservaban los cráneos como trofeos de guerra, y en un cálculo conservador habría en el "Tzompantli” cerca de 24,000 "calaveras” atravesadas en las sienes por una larga estaca, como prueba de su "estilo” de guerra y religión. Los mexicas fueron indudablemente una civilización más que asombrosa por su organización social, su arquitectura, su ingeniería al construir una ciudad sobre un lago, por su agricultura diseñada en las chinampas que les permitían una productividad fuera de serie, su economía, su sistema de justicia, su educación moral y ética, pero, este asunto militar, fue también parte de su realidad.
Llega el 8 de noviembre de 1519, y las miradas de Moctezuma y Cortés se traban en un lugar llamado Huitzilán, que corresponde a la esquina de Pino Suárez y República del Salvador, lo que hoy sería el costado oriental del Hospital de Jesús . Ambos intentan adivinar la forma en que la contraparte solucionará un conflicto que de momento tiene petrificados a mexicas, tlaxcaltecas, españoles y resto de "países”. Para entonces, su hermano Cuitláhuac ya le habría sentenciado: "no metas en tu casa a quien te sacará de ella”. Ya era muy tarde para esta advertencia. Cortés estaba a unos pasos de tomar la gran ciudad isla, y además, "cortésmente” invitado por su ahora "homólogo”, quien le esgrimió las siguientes palabras que han sido registradas por Fray Bernardino de Sahagún, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl y ratificadas por Miguel León Portilla y Ángel María Garibay en Visión de los Vencidos. Dice así:
Diálogo de Motecuhzoma y Cortés
Cuando él hubo terminado de dar collares a cada uno, dijo Cortés a Motecuhzoma:
―¿Acaso eres tú? ¿Es que ya tú eres? ¿Es verdad que eres tú Motecuhzoma?
Le dijo Motecuhzoma.
―Si, yo soy.
Inmediatamente se pone de pie, se para para recibirlo, se acerca a él y se inclina, cuanto puede dobla la cabeza; así lo arenga, le dijo:
―Señor nuestro: te has fatigado, te has dado cansancio; ya a la tierra tú has llegado. Has arribado a tu ciudad: México. Aquí has venido a sentarte a tu solio, en tu trono. Oh, por tiempo breve te lo reservaron, te lo conservaron, los que ya se fueron, tus sustitutos. Los señores reyes, Itzcoatzin, Motecuhzomatzin, el Viejo, Axayácatl, Tízoc, Ahuízotl. Oh, que breve tiempo tan sólo guardaron para ti, dominaron la ciudad de México. Bajo su espalda, bajo su abrigo estaba metido el pueblo bajo.
¿Han de ser ellos y sabrán acaso de los que dejaron, de sus posteros?
¡Ojalá uno de ellos estuviera viendo, viera con asombro lo que ahora veo venir en mí!
Lo que yo veo ahora: yo el residuo, el superviviente de nuestros señores.
No, no es que yo sueño, no me levanto del sueño adormilado: no lo veo en sueños, no estoy soñando…
¡Es que ya te he visto, es que ya he puesto mis ojos en tu rostro!...
Ha cinco, ha diez días yo estaba angustiado: tenía fija la mirada en la Región del Misterio.
Y tú has venido entre nubes, entre nieblas.
Como que esto era lo que nos habían dejado dicho los reyes, los que rigieron, los que gobernaron tu ciudad:
Que habrías de instalarte en tu asiento, en tu sitial, que habrías de venir acá…
Pues ahora se ha realizado: tú ya llegaste, con gran fatiga, con afán viniste.
Llega a la tierra: ven y descansa; toma posesión de tus casas reales; da refrigerio a tu cuerpo.
¡Llegad a vuestra tierra, señores nuestros!
Cuando hubo terminado la arenga de Motecuhzoma: la oyó el Marqués, se la tradujo Malintzin, se la dio a entender.
Y cuando hubo percibido el sentido del discurso de Motecuhzoma, luego le dio respuesta por boca de Malintzin. Le dijo en lengua extraña: le dijo en lengua salvaje:
―Tenga confianza Motecuhzoma, que nada tema. Nosotros mucho lo amamos. Bien satisfecho está hoy nuestro corazón. Le vemos la cara, lo oímos. Hace ya mucho tiempo que deseábamos verlo.
Y dijo esto más:
―Ya vimos, ya llegamos a su casa en México; de este modo, pues, ya podrá oír nuestras palabras, con toda calma.
Luego lo cogieron de la mano, con lo que lo fueron acompañando. Le dan palmadas al dorso, con lo que le manifiestan su cariño.
Querido lector. Tal y como le prometí, no deseo narrar toda la odisea, pues me faltarían 995 páginas. Sin embargo, cerraré con una muy pequeña y resumida secuencia de hechos para llegar al 13 de agosto de 1521.
-12 de octubre de 1492, llega el genovés, o portugués, o judío, o catalán, y seguramente no español, Cristóbal Colón, a Guanahani en el archipiélago de las Bahamas.
-El 4 de mayo de 1493, Rodrigo Borgia, mejor conocido como Papa Alejandro VI, publica entre otras, la bula Intercaetera donde reparte el mundo en dos. A la izquierda para Castilla, a la derecha para Portugal.
-El 7 de junio de 1494 se firma el tratado de Tordesillas entre el rey de Portugal, Juan II, y la reina Isabel de Castilla, rectificando la línea divisoria.
-Me paso directo al 10 de mayo de 1520, donde Cortés decide ir a pelear contra Pánfilo de Narváez quien trae orden de aprehensión contra él, y para ello deja a cargo a su lugar teniente Pedro de Alvarado, quien inexplicablemente organiza sin causa alguna o justificación, la matanza del templo mayor unos días después.
-Cortés regresa el 24 de junio habiendo herido y apresado a Narváez, pero se encuentra que toda su labor diplomática que habría construido en los últimos seis meses, estaba destruida.
-Entre el 28 y 29 de junio, muere Moctezuma después de haber salido al balcón o azotea de su palacio, tratando de calmar los ánimos de los mexicas. Todo apunta a que Cuauhtémoc habría azuzado a la multitud, y una pedrada de su mano, o de la turba, fue la que hirió de muerte al noveno tlatoani, acusándolo de traidor.
-El 30 de junio, ya muerto Moctezuma, en la madrugada huye Cortés por la calzada a Tlacopan (Tacuba) y misteriosamente Cuitláhuac deja de perseguirlo antes de llegar a Popotla. Este día se conoce como la noche triste, pero a mi parecer, no creo que Cortés haya llorado, pues Hugh Thomas relata que el conquistador había arengado a su gente diciendo que no fue una derrota, sino un revés táctico.
-El 7 de julio ya había dado la vuelta por el norte del valle de México, llegando a Otumba, donde obtiene una victoria contundente frente a los mexicas. Vale la pena, querido lector, que estudie esta batalla.
-En el mes de octubre Cortés inicia la construcción de 13 bergantines. Existe la teoría que se recataron los restos de las naves barrenadas, y otra de que se construyeron por piezas en Tlaxcala y se llevaron con miles de hombres hasta Texcoco donde se armaron. Esta fue una hazaña con enorme dosis de creatividad y genio militar, considerando que no era la profesión de un explorador convertido accidentalmente en conquistador. Un carpintero que venía con Cortés de nombre Martín López, y que se fue entrenando en los dos últimos años, fue el héroe desconocido, y sin quien, esta proeza hubiera sido impensable. Texcoco se habría convertido en el nuevo aliado, y puerto donde zarparían las 13 naves y dos mil canoas para sitiar a Tenochtitlan.
-El 25 de noviembre de 1520 muere el décimo tlatoani Cuitláhuac, presa de la viruela, la cual ya habría cobrado decenas de miles de víctimas. Este silencioso y mortal aliado de Cortés, decidió fatalmente la suerte del imperio mexica. La susodicha suerte jugaba ahora a favor de Cortés. Cuauhtémoc asume el bastón de mando como undécimo y último tlatoani.
-El 30 de mayo de 1521 se inicia el sitio alrededor de toda la ciudad isla, excepto la parte norte para dejar posible escapatoria. Así sucedió.
-El 13 de agosto es atrapado Cuauhtémoc huyendo por Tlatelolco en una barcaza con otros nobles mexicas, y su esposa la princesa Tecuichpo, quien a la vez había sido esposa de Cuitláhuac. Esta niña de apenas once años no había sido mujer de nadie, pero fue esposa de los dos tlatoanis por ser la hija de Moctezuma.
Cortés estaría cumpliendo una promesa hecha en vida del tlatoani, de protegerla a toda costa, y la tomó en custodia. Tiempo después, con esta joven doncella tuvo una hija a quien bautizó como Leonor Cortés de Moctezuma. Su madre, la princesa Tecuichpo había sido bautizada como Isabel de Moctezuma, quien, o rechazó a su hija Leonor, o le fue arrebatada por el tutor que le había asignado Cortés. Lo cierto es que esta niña tuvo la sangre del tlatoani y la del conquistador. Años después fue entregada en matrimonio a un rico hacendado y minero, de nombre Juan de Tolosa, quien con otros españoles fundaría el hoy estado de Zacatecas.
Malintzin se convertía en la mujer de Cortés, con quien tuvo un hijo a quien bautizó como Martín Cortés Malintzin. Isabel sería entregada a un fiel capitán llamado Juan Jaramillo, con quien tuvo una hija a quien bautizaron María Jaramillo. Isabel se casaría en tres ocasiones posteriores. Primero con Alonso de Grado sin dejar descendencia, con Pedro Juan Gallego de Andrada con quien tuvo un hijo, y con Juan Cano, con quien tuvo cinco. El mestizaje siempre fue algo prioritario para Cortés.
Cierro con algunas reflexiones.
1.- Lo que comenzó como una expedición o exploración, terminó el 8 de noviembre de 1519 ―nueve meses después― en una conquista que la historia de la humanidad no habría imaginado posible. Una conquista diplomática. Una conquista con solo tres batallas: Centla, Tlaxcala y Cholula. Una conquista audaz y seductora por ambas partes. Recordemos la palabras de Moctezuma, respaldadas con hechos durante seis meses: […] Aquí has venido a sentarte a tu solio, en tu trono. […] Llega a la tierra: ven y descansa; toma posesión de tus casas reales […].
2.- No eran simples palabras de galantería diplomática. Moctezuma, el noveno tlatoani le estaba entregando su imperio a Cortés, con o sin la anuencia del pueblo, y mucho menos del consejo de nobles. Estaba ejerciendo su poder total y absoluto. Estaba trasladando su imperio a otro imperio, en el ánimo de no derramar sangre de nadie más, aceptando su vasallaje al rey Carlos. Esto se conoce como "Translatio Imperii” que llegó a manos de Carlos I rey de España y en octubre de 1520 emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Moctezuma le entregó su imperio al rey Carlos, en manos de Cortés, quien con sus sucesores lo detentaron durante los siguientes 317 años, hasta el 28 de diciembre de 1836 que fue regresado a un México independiente a través del Tratado Santa María Calatrava. Aquí se produjo la restitución del imperio: "Restitutio Imperii”. Nadie está enterado que México sigue siendo un imperio sin trono, sin cetro, pero lo más importante, sin que nadie lo conduzca.
3.- El 30 de junio de 1520, a Cortés se le iba de las manos el imperio que ya estaba en sus manos, pero lo rescató en un lapso de 21 meses (8 de noviembre de 1519 al 13 de agosto de 1521).
4.- Hubo muchos errores tácticos de los diferentes actores, mismos que detallo a continuación:
A) Sin posible alternativa, Cortés tuvo que salir a pelear personalmente contra Narváez, y haber confiado en exceso en Alvarado. Existe la posibilidad de que Moctezuma viera en Narváez una posibilidad de deshacerse de Cortés, pero lo que en principio pareciera un error táctico del conquistador, simplemente aceleró los acontecimientos de manera inesperada y adversa.
B) Que Cuitláhuac haya dejado escapar a Cortés, y peor, que no haya comulgado con la decisión de su hermano Moctezuma de pactar una paz y un nuevo gobierno.
C) Que Cuauhtémoc hubiere atentado contra la vida de su primo.
D) Que Cuauhtémoc hubiere imaginado que podría recibir apoyo o alguna alianza de los pueblos a quienes tuvieron sojuzgados y tributando a niveles insostenibles.
E) Que Cuauhtémoc haya pensado que podría vencer a Cortés y a sus aliados en las anteriores condiciones, y con una epidemia que ya los había diezmado brutalmente.
F) Que Cuauhtémoc haya huido, cuando la gran mayoría del pueblo mexica había muerto a manos de Cortés y de la viruela.
5.- Moctezuma y Cortés se entendieron. Tuvieron seis meses de tiempo completo para platicar. ¿Qué fue lo que habrán concluido? Nunca se sabrá. No obstante, la evidencia es que jamás uno u otro atentó contra la vida del contrario, y en cambio, es posible que planearan "Un Nuevo Mundo” el cual sucedió, quizás no de la forma que usted o yo pudiésemos imaginar.
6.- El "heroico” espíritu de Cuauhtémoc permanece en los genes del mexicano hasta nuestros días. Hay que apedrear al tlatoani en funciones, aunque esté en serios aprietos. Jamás nos daremos ni el tiempo de pensar o analizar porqué hace lo que hace. ¡Eso no importa! Primero la pedrada, y de ser posible su caída, para quedarse en su lugar, y después ya veremos. La historia nos da lecciones muy amargas de nuestro presente. Salir a pelear sin estrategia, y con el hígado por delante, fue lo que caracterizó a Cuitláhuac, y sobre todo a Cuauhtémoc.
7.- El destino le jugó cruelmente a Cortés, impidiéndole morir en el Nuevo Mundo que creó con tanto afán. El 2 de diciembre de 1547 falleció en Castilleja de la Cuesta, España, pero afortunadamente sus restos reposan a unos pocos metros del mismo lugar donde habría trabado su mirada con Moctezuma, en el templo de Jesús el Nazareno, junto al Hospital de Jesús que él fundó en 1524.
Ciertamente el 13 de agosto de 1521 no fue triunfo ni derrota. Comulgo con que fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy, pero… pero… Cuauhtémoc no puede ser un héroe al haber intentado huir de una guerra que él y su primo habrían atizado, con el enorme precio que tuvo que pagar un pueblo noble y sorprendente.
Él y su primo Cuitláhuac, jamás le dieron el beneficio de la duda a los planes de Moctezuma.
¿Acaso era impensable o imposible que Moctezuma y Cortés hubieran pactado una reconciliación? El último tlatoani, Cuauhtémoc, —"ÁGUILA QUE CAE"— , tuvo la suerte en su contra, y al contrario, el cortesísimo Cortés, tuvo que haber dicho aquel 18 de febrero de 1519, y nuevamente a finales de julio del mismo año: "Alea iacta est" — "La suerte está echada" —, la cual y sin duda alguna, siempre la tuvo de su lado, porque yo creo que "la suerte siempre acompaña a los audaces".
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